El trauma postvacacional de los niños comienza con la vuelta al cole. El cambio brusco a las rutinas hace que el proceso de adaptación sea más difícil. ¿Cómo se puede hacer más llevadero?
El mes de agosto llega a su fin y, con él, el verano y el descanso. Con el inicio de septiembre llega la vuelta al cole de los reyes de la casa. Los días previos antes de empezar el periodo escolar son los más estresantes tanto para los padres como para los niños.
Los psicólogos recomiendan seguir unas pautas para obtener una vuelta más tranquila. ¿Cuáles son?
Empieza las prerutinas
Unas semanas antes del inicio del colegio, hay que comenzar poco a poco con las rutinas tradicionales del periodo escolar. Las actividades habituales comienzan con establecer unos horarios de sueño, de comidas y otras acciones para que, cuando llegue el primer día de colegio, a tus hijos le resulte más fácil comenzar con las rutinas.
Haz participe a los niños en la preparación de los detalles
Pide «ayuda» a tus hijos para forrar los libros, para elegir los cuadernos, lapiceros… les introducirás una actitud entusiasta con el inicio del periodo escolar. Con estas pequeñas cosas, los niños irán asumiendo que las vacaciones se van acabando y verán con toda normalidad la vuelta al cole.
Repasa lo importante de las asignaturas
Es bueno hacer algún repaso de aquellas materias que más le cuestan a tu hijo. Hazlo de manera divertida, como pueden ser con los juegos y haz un planning diario de 30 minutos para dedicarlo al repaso. Poco a poco puedes ampliar este tiempo. Estas actividades les ayudarán a retomar los conocimientos del curso pasado pero no olvides que aún siguen de vacaciones, ¡no los agobies!
No sucumbas a los berrinches
El primer día de colegio es el más esperado por todos, ya sea con nervios o con berrinches. A pesar de seguir los pasos anteriores, no todos los niños reaccionan bien el primer día de clase y comienzan los primeros enfados. Evita ponerte nervioso porque tu hijo lo intuirá y hará más presión, relájate y dile, con una actitud positiva, las cosas buenas de ir al colegio, como por ejemplo que volverá a ver a sus compañeros o que aprenderá cosas muy interesantes.