Cuando tenemos una empresa, siempre nos encontramos con problemas a la hora de cobrar todas las facturas. Clientes que se escaquean, a los que perdemos la pista, que nos dan excusas… Para ello existen una serie de pasos que tendríamos que probar para que nos paguen las deudas contraídas con nuestra empresa. ¿Cómo podremos conseguir acelerar los cobros?
Es el momento de crear nuestra empresa. Nos encontramos con numerosos pagos que tenemos que afrontar lo más rápido posible. Además, tenemos que organizarnos bien, ya que, a la vez que pagamos, también tenemos que cobrar por los servicios que prestamos o los productos que vendemos.
Aunque parezca una tarea sencilla, lo cierto es que en ocasiones se vuelve tediosa. Hay clientes que nos facilitan los pagos, abonando las cantidades acordadas a tiempo o incluso con antelación. Sin embargo, también están los típicos “gorrones” que van a huir para evitar pagarnos lo que corresponde.
De hecho, actualmente siete de cada diez facturas se pagan con retraso. El tiempo máximo de cobro es de 30 días naturales desde que se recibe el producto o se presta el servicio con la posibilidad de ampliar el plazo hasta sesenta días si hay acuerdo entre el cliente y la empresa.
Cuando son varias las personas que han contratado nuestros servicios y optan por la vía de evitar el pago, nuestra empresa será la que se va a ver perjudicada, ya que perderemos dinero. Para ello deberíamos contactar con los morosos y, en el caso de que no consigamos localizarlos, optar por otras vías.
Para evitar estas molestas tareas que nos van a quitar tiempo de nuestras verdaderas labores, tendríamos que estar prevenidos y seguir una serie de consejos que nos facilitarán el cobro de las facturas. Desde KeyAndCloud nos aportan cuatro pasos muy útiles para impedir que ocurran estas situaciones:
- Especificar y aclarar los detalles de la factura y establecer fechas límite. Muchas veces, para evitar preguntas incómodas, excusas y malentendidos, es necesario explicar con profundidad a nuestro cliente en qué consiste cada concepto de la factura. Para ello iremos paso a paso detallando por qué se le ha incluido en la factura, la razón de su precio…, de tal modo que el usuario no dude del contenido del recibo.
- Conocer la información bancaria del cliente y adquirir un datáfono. En ocasiones es necesario disponer con antelación de los datos referentes al banco del cliente. De este modo, al finalizar los trabajos, tendremos mayores facilidades a la hora de cobrar las facturas. De la misma forma será muy útil disponer de un datáfono o “pasatarjetas”. Así, una vez satisfecho el cliente con nuestro trabajo, podremos pasar su tarjeta de crédito por nuestra máquina, logrando el pago al instante. A pesar de que se cobrará una pequeña comisión, merecerá tener en cuenta esta opción por la inmediatez del pago que permite.
- Recurrir a terceras personas o a mecanismos legales. También podrá ser útil pedir ayuda a terceras personas, que de un modo u otro nos ofrecerán una serie de garantías para cobrar nuestras facturas. Algunos de los mecanismos legales a los que podremos recurrir podrían ser los avales, la caución, los seguros de crédito o el confirming -un servicio de gestión de pagos-.
- Conocer a los clientes. No nos referimos a conocer todos los detalles de su vida, sino a saber si podrán abonar las cantidades acordadas o no, si pagará con antelación o con retraso… Esto será algo que deduzcamos a base de experiencia cobrando facturas.
Siguiendo estos consejos y mediante años de aprendizaje, conseguiremos acelerar el cobro de las facturas a nuestros clientes y evitar la morosidad de los mismos. Si logramos llevarlos a cabo, nuestra empresa lo percibirá positivamente.