Tenemos un negocio y encargamos o hacemos nuestra página web donde mostramos todo acerca de nuestro proyecto con la esperanza de que capte la demanda existente en buscadores como Google. Pasan las semanas y los meses y no recibimos ni una sola llamada ni una solicitud de presupuesto. Desesperados, nos preguntamos: ¿qué está pasando?
Antes de nada deberíamos aclarar en qué términos de búsqueda queremos posicionar nuestro negocio. Posicionar el nombre de tu dominio o el de tu marca es relativamente fácil pero realmente eso no te va a traer nuevos clientes. Las palabras clave o keywords son los términos de búsqueda que utilizan los usuarios para encontrar en los buscadores los servicios o productos que tu negocio ofrece.
A la hora de enumerar las palabras por las que queremos que nos encuentren no sirve solo tu intuición. Necesitas datos reales sobre las búsquedas mensuales que tiene un término de búsqueda concreto en una zona geográfica determinada.
Pero antes de ponernos a buscar keywords debemos contar con una web correctamente optimizada según los criterios que marca Google a los desarrolladores.
¿Cómo puedo saber si mi página web está optimizada para buscadores?
Existen unos estándares de programación web que hay que cumplir para que los buscadores como Google nos tengan en cuenta. Podemos averiguar de forma totalmente gratuita si nuestra página cumple con ellos con un sencillo análisis. Introduce tu dominio en el campo de texto y obtendrás un informe pormenorizado acerca de la optimización de tu web.
El análisis resultante te mostrará en detalle los problemas identificados, así como la forma de solucionarlos. De esta manera podrás descubrir qué motivos bloquean el ascenso de tu página web a los primeros resultados de los buscadores.
También existen múltiples herramientas, como EyeQuant, utilizadas por las agencias de posicionamiento SEO para ayudarnos en esta -en muchas ocasiones ardua- tarea.
Elementos clave para la optimización de un sitio web
Cuando queremos subir puestos en los buscadores, hay que tener en cuenta los siguientes elementos, que resultan imprescindibles para ascender en nuestro camino a las mejores posiciones.
- URL. Mas allá del dominio, cuyo nombre no influye demasiado, el resto de la URL ha de ser lo más corta y precisa posible.
- MetaTags. Se trata de la optimización de los textos que muestran los navegadores cuando revelan nuestra página entre sus resultados. Se componen de un titular -MetaTitle- y una descripción -MetaDescription-. Estos textos han de ir dentro de la etiqueta del código fuente de nuestra web. Existe un tercero -MetaKeywords- que es conveniente incluir, aunque ha caído en desuso tras las mutaciones del algoritmo Google.
- Titulos. Indican a Google el orden de relevancia de los diferentes titulares de la página a optimizar. Se indican con etiquetas H1, H2, H3, H4… Es aconsejable usar al menos dos.
- Imágenes. La imposibilidad de los buscadores para leer imágenes exige hacer una descripción de lo que muestra la misma con la etiqueta ALT. Además, te permitirá posicionar tus contenidos gráficos en las búsquedas de imágenes y harás accesible tu web a las personas invidentes.
- Favicon. Personalizar el icono de la barra de dirección del navegador facilita la identificación de tu web entre las pestañas y en la barra de favoritos.
- Links. Los enlaces internos permiten al usuario ampliar la información de lo que este está leyendo sin salir de tu web. Hay que hacerlo con mesura; no es conveniente forzarlo para que Google no te penalice. Los enlaces externos son referencias de otras webs a la tuya, lo que influye en la autoridad que asigna Google a tu web. Si hablan de ti es que serás importante, ¿no?
Además podrás obtener datos tan relevantes como el tipo de servidor donde alojas tu web, la IP del servidor, donde se encuentra ubicado,…
Una vez optimizados los puntos donde tu web cojea, ya estarás preparado para poner en práctica tu estrategia de posicionamiento SEO.
Siempre buscando las mejores formas de colocar en el tope las webs!
Gracias Mario, lo intentamos 🙂
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