Con la aparición de la crisis, el auge de los autónomos se ha visto como alternativa factible para poder trabajar en España. Ser autónomo tiene sus ventajas, pero no es oro todo lo que reluce. Cada día surgen diferentes problemas y la incertidumbre puede llegar a ser constante. Te proponemos algunas soluciones para cinco de los problemas más comunes.
Ser autónomo tiene sus ventajas, pero conlleva múltiples responsabilidades que no se deben dejar a la ligera. ¿Cómo se puede ser autónomo sin tirar la toalla al poco tiempo?
- La flexibilidad horaria es muy buena para compaginar la vida personal con la laboral. Pero al mismo tiempo has de estar «conectado» de lunes a domingo trabajando o buscando nuevos clientes para asegurar una nómina decente al final de mes. Intenta delegar en tus empleados y/o planifica bien tu agenda para tener tu tiempo libre asegurado.
- La cabeza de un autónomo constantemente está pensando en el trabajo y puede llegar a ser esclavo de su negocio. Dedica unas horas a otras actividades como hacer deporte o relajación para que tu mente se «desconecte» de la rutina.
- Una vez realizado el trabajo llega la factura, momento en la que se requiere toda tu atención para evitar errores. Para no tener complicaciones puedes apoyarte en alguno de los diferentes programas gratuitos para tu contabilidad que te harán este paso más fácil.
- Por fin llega el momento del pago, el más esperado y el más temido. Esperado porque se ve recompensado tanto esfuerzo y sufrimiento; el más temido porque nunca se sabe si nos pagarán pronto, dentro de tres meses o nunca. Cuando mandamos la factura, ¿sólo nos queda rezar y esperar a ver qué pasa?. Existen empresas que te ayudan con los impagos y te asesoran en estos casos. Para evitarlo puedes armarte creando un sistema de trabajo que asegure el cobro de cada factura evitando a los temidos morosos.
- Por último, ya con el dinero en el bolsillo, es la hora de comenzar otras gestiones administrativas. Puedes acudir a un gestor, pero esto supone un gasto añadido que no muchos autónomos pueden permitirse. Tanto si decides hacer todo el papeleo tú o subcontratar ese servicio, es importante que conozcas qué cosas te puedes deducir, pero cuidado de no meter la pata o, de lo contrario, Hacienda te lo hará pagar caro.
Como ves, ser autónomo tiene cosas buenas y cosas no tan buenas, pero la satisfacción de trabajar para uno mismo no tiene precio.