La Navidad tal y como la entendemos en nuestro país no es igual para el resto del mundo. Cierra los ojos y viaja con nosotros en estas líneas para descubrir cómo se celebran estas fiestas en diferentes países.
En nuestro país, al llegar diciembre comenzamos con la liturgia navideña, decoramos nuestras casas renovando las bolas del árbol, compramos nuevas figuritas para el Belén, compartimos décimos de lotería con familia y amigos y nuestra mente entra en una espiral consumista, cuidando cada detalle de la cena de Nochebuena y los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos. Pero no en todo el mundo se vive de la misma forma. En esta ocasión queremos abriros una ventana a cómo viven las mismas fechas en distintas partes del mundo. Te vas a llevar más de una sorpresa seguro.
No tan lejos de nosotros, los alemanes a partir del 6 de diciembre comienzan con la decoración de sus casas y la elaboración de galletas. Pequeños muñequitos de fruta forman parte de la decoración junto con sus famosas casitas de jengibre. Como no, los niños también participan formulando sus deseos, solo que los destinatarios de las cartas no son los Reyes Magos sino Christkind, el ángel mensajero del niño Jesús y las cartas no van al buzón de correos sino que se depositan en las ventanas de las casas a la espera del gran día.
Al igual que en Alemania, en Austria los mercadillos y las luces navideñas transforman en estos días las poblaciones. En cada casa se vive el tiempo de Adviento colocando una corona con cuatro velas y encendiendo una cada semana. El plato tradicional en nochebuena es la carpa.
Quizás sean los niños belgas los que antes reciben los regalos. El 6 de diciembre, San Nicolás acude a cada casa para depositar los regalos bajo el árbol y en calcetines colgados sobre la chimenea.
En Japón, a pesar de que menos del 1% de la población es cristiana, la navidad también se celebra. Las calles se decoran con luces, y el espíritu consumista se puede ver en los grandes centros comerciales. A diferencia de lo que ocurre en nuestro entorno, la Navidad no es una fiesta familiar sino más bien para vivirlo en pareja, algo así como nuestro San Valentín. ¿Raro, verdad?
Viajando aún más lejos, al otro hemisferio, nos topamos con la tradicional cena de pavo con jamón y plum pudding de los australianos. Algunos de ellos aprovechan el inicio del verano austral para celebrar esta cena al aire libre. En Melbourne es tradición reunirse para cantar villancicos a la luz de las velas.